¿Angina de pecho o infarto? Aprende a distinguirlos
Todo lo que necesitas saber sobre estas enfermedades del corazón, síntomas, prevención y tratamientos
¿Sabrías reconocer una angina de pecho o un infarto? Estas cardiopatías isquémicas a menudo se confunden, pero sus secuelas y la forma de manifestarse son diferentes. El corazón nos manda señales de alerta y conocerlas nos ayudará a actuar con rapidez, lo que es fundamental para salvar vidas.
En este artículo te explicamos todo sobre la angina de pecho y el infarto, cómo distinguirlos y qué puedes hacer para prevenirlos.
Cómo distinguir entre angina de pecho e infarto de miocardio
Estos tipos de cardiopatías isquémicas se producen cuando el corazón no recibe suficiente flujo de sangre, lo que ocurre cuando una o varias arterias coronarias se taponan.
La doctora Rosa Lázaro García, jefa de la Unidad de Hemodinámica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos explica que "cuando se produce una obstrucción al flujo en estas arterias, llega menos oxígeno, lo que da lugar a la isquemia del miocardio".
Aunque es frecuente confundir ambas enfermedades, es importante conocer sus diferencias. La angina de pecho ocurre cuando la obstrucción de las arterias es parcial o temporal, mientras que en el infarto se produce un taponamiento completo y permanente, lo que provoca la falta de riego sanguíneo y, en consecuencia, la muerte irreversible de células cardiacas.
Otra diferencia de la angina de pecho es que puede aparecer al hacer algún esfuerzo como subir escaleras y mejora al parar unos minutos. Igualmente, las crisis de tensión arterial elevada o taquicardias pueden desencadenar este problema cardiaco. En cambio, el dolor del infarto puede surgir en reposo, dura más tiempo y no se alivia con el descanso.
Además, la angina de pecho es molesta, pero no suele dejar secuelas si se trata a tiempo, algo que sí puede suceder en el infarto de miocardio. Por esta razón, aquí no hay que dudar, hay que pedir ayuda médica lo antes posible.
Como dato curioso, los infartos son más frecuentes por la mañana, sobre las 10. Es cuando el cuerpo se activa y aumentan el cortisol, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, las catecolaminas y las resistencias vasculares. La combinación de todo ello puede favorecer la ruptura de la placa de colesterol. Eso sí, la especialista en Cardiología nos avisa que esto puede cambiar en casos de diabetes, tabaquismo o infartos previos.
Cómo se siente un ataque al corazón o una angina de pecho
El principal síntoma de estas enfermedades es el dolor en el pecho. Normalmente, se describe como si fuera una presión, quemazón o falta de aire. La cardióloga nos indica que este dolor torácico suele notarse en la región anterior del tórax o en la parte superior del estómago, y que puede irradiarse al cuello, la mandíbula, el brazo o la espalda.
Otras señales de alerta son náuseas, exceso de sudor o malestar general.
¿Y si eres mujer? Riesgos y síntomas de alarma
Cuidado, porque las señales de alerta de estas enfermedades del corazón pueden variar en las mujeres. Aunque también pueden sentir dolor en el pecho, es más habitual que noten falta de aire, sudoración, náuseas y dolor en zonas menos típicas como la espalda.
Por otro lado, aunque hayas oído que los problemas del corazón son cosa de hombres, lo cierto es que también son muy importantes entre la población femenina. De hecho, el riesgo aumenta con la menopausia a causa de los trastornos hormonales que conlleva como el descenso de los estrógenos, hormonas conocidas por su papel protector en la salud del corazón. A esto se añade la edad, que puede propiciar otros factores de riesgo como hipertensión, diabetes, sobrepeso y enfermedades que afectan a los huesos y las articulaciones.
Cabe destacar que, lamentablemente, cada vez hay más casos entre mujeres jóvenes. La doctora señala algunas de las causas como el consumo de tabaco, peor dieta, poca actividad física y estrés en el trabajo y la familia.
Después del infarto o la angina: qué pasa
Tras una angina o un infarto leve, se inicia una nueva etapa mucho más saludable. Con una dieta más sana, ejercicio, dejar el tabaco, medicación y seguimiento médico, muchas personas se sienten mejor. "Todo ello les va a servir no solo para prevenir futuros eventos cardiacos, también va a mejorar sus expectativas respecto a otras enfermedades como el cáncer", afirma la doctora.
En cambio, en infartos más graves, sí se puede notar una menor capacidad física al inicio. La especialista nos explica que, para que la persona se pueda incorporar a la rutina laboral y social, se puede recurrir a programas de rehabilitación cardiaca, medicación y técnicas avanzadas como stents coronarios, angioplastia para la revascularización, desfibriladores o resincronizadores y, en caso necesario, al trasplante.
En cualquier caso, si crees que estás sufriendo un ataque al corazón, no esperes y acude a Urgencias lo antes posible. "El tiempo de inicio de las terapias de restauración del flujo coronario obstruido es determinante en la supervivencia y en el pronóstico", recalca la doctora.
Tras la angina de pecho, ¿existe más riesgo de ataques al corazón?
No necesariamente. Aunque los pacientes con angina de pecho presentan placas de colesterol o ateroma en las arterias, no significa que tengan más probabilidades de infarto. "Para que esto ocurra una de estas placas tiene que sufrir un proceso agudo de inflamación que provoque la formación de un coágulo que obstruya completamente el vaso", matiza la doctora.
En cualquier caso, la detección de angina de pecho debe verse como una oportunidad, ya que nos avisa de que algo no va bien y aún estamos a tiempo de corregirlo. En este sentido, la doctora asegura que "nos permite actuar iniciando el control de los factores de riesgo y pautando tratamientos que pueden evitar la progresión de las placas de colesterol en las coronarias, o incluso tratar las que ya existen con cateterismo cardiaco".
¿Qué provoca un infarto o una angina de pecho?
La causa más común es la aterosclerosis, una enfermedad que hace que las arterias acumulen placas de colesterol y se inflamen.Así que, los factores que contribuyen a desarrollar este problema, también se consideran factores de riesgo de la angina de pecho o el infarto. Estos son los más destacados:
- Fumar.
- Diabetes.
- Hipertensión arterial.
- Colesterol elevado.
- Sedentarismo.
- Sobrepeso.
- Estrés.
- Menopausia precoz.
- Trastornos del sueño.
- Antecedentes familiares.
- Enfermedad renal.
Prevenir un infarto o una angina en el pecho, ¿es posible?
"La respuesta es sí, llevando una vida saludable", subraya la doctora. Sigue las siguientes pautas para ayudar a prevenir estos problemas del corazón:
- Deja de fumar si lo haces.
- Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, pescado, legumbres, aceite de oliva y frutos secos.
- Muévete más, al menos 30 minutos al día.
- Controla tus niveles de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol.
- Gestiona el estrés: dedica un rato al día para ti, realiza ejercicio, medita, respira, camina o medita.
- Prioriza comidas saludables en las reuniones con amigos o de trabajo.
- Evita consumir bebidas alcohólicas.
- Acude a reconocimientos médicos con regularidad.
Tu corazón es el motor de tu vida. Escúchalo, cuídalo y, ante la duda, consúltalo con los especialistas en Cardiología. La prevención sigue siendo nuestra mejor aliada.

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