¡Ojo con la depresión de invierno y el estrés navideño!
Descubre por qué el cambio de estación y la Navidad pueden ser una mala combinación para la salud mental
Depresión, estrés, ansiedad… ¿Sabías que todas estas enfermedades mentales pueden empeorar durante el invierno y, todavía más, en Navidad? Sí, y las razones de ello van desde la disminución de horas de luz natural hasta el ajetreo que conllevan las fiestas. Igualmente, no hay que olvidar que a algunas personas no les gusta celebrar la Navidad por diversos motivos y esto puede afectarles negativamente.
Conoce las enfermedades que se agravan en invierno y cómo sobrellevar este periodo con salud.
Depresión estacional y estado anímico bajo
Esta enfermedad mental es estacional y, en invierno, puede agravarse debido a la disminución de horas de luz. De hecho, durante esta estación, los episodios causados por la depresión y la ansiedad ocurren con mayor frecuencia.

No obstante, que haya menos horas de luz durante el día también puede afectar a personas sin patologías previas. Al respecto, la doctora Elena Sanz Rivas, jefa de servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid
, nos señala que "la reducción de las horas de luz baja el ánimo", añadiendo que "menos horas de luz se asocia a la sintomatología depresiva".
Hay que poner especial atención en los ancianos, quienes pueden padecer otras dolencias asociadas al frío. "El dolor suele ir asociado a una disminución del estado de ánimo porque les complica su día a día", advierte nuestra doctora.
¡Atención a la ansiedad y el estrés navideños!
El cambio de estación coincide con la Navidad que, aunque parezca una época muy feliz, no lo es para todos, e incluso puede generar ansiedad y estrés, entre otros problemas de salud.
La rutina, los horarios, el clima y el ambiente se trastocan durante las Navidades, provocando un desorden de la existencia. Todo ello puede originar cansancio, depresión, insomnio y dolores de cabeza, de estómago y musculares provocados por las obligaciones que queremos cumplir en estas fechas.
A esto se añade una multitud de tareas y responsabilidades, que incluso son autoimpuestas y dan vueltas en la cabeza continuamente durante esta época, que van desde comprar regalos hasta visitar a todos los familiares y amigos, y todo ello sin pensar en cómo nos hace sentir, solo por agradar a los demás. Nuria Javaloyes Bernacer, psicóloga del Hospital Quirónsalud de Torrevieja
, nos detalla que "este cúmulo de responsabilidades, que no tenemos el resto del año, nos puede llevar al desgaste emocional y físico, si no nos organizamos bien y nos dejamos llevar por la presión y las prisas de última hora".
Estrés navideño, ¿a quién afecta?
Muy especialmente a personas muy autoexigentes y perfeccionistas, que además se implican demasiado e intentan agradar por encima de todo. Javaloyes añade que "este tipo de personas tienden a atender a las necesidades de todo el mundo de manera perfecta y controladora, y se olvidan de atender las propias, incluso las básicas. También tienden a resentirse cuando los demás no se comportan de la misma forma hacia ellas, aunque nunca lo expresen abiertamente, la insatisfacción va por dentro".
A consecuencia de este estrés, pueden aparecer secuelas como:
- Hipertensión, enfermedades coronarias y otros problemas cardiovasculares
- Gastritis, úlceras y otras enfermedades de tipo digestivo
- Disminución de las defensas del organismo
Por eso, para evitar el estrés asociado a las fiestas de Navidad, nuestros especialistas nos recomiendan priorizar las tareas, intentando reducir aquellas que no son necesarias y que generan gran desgaste.
Y, respecto a las compras navideñas, lo más aconsejable es fijar un presupuesto, así como organizarse para evitar dejar todo para última hora, lo que podría desencadenar ansiedad.
La Navidad no gusta a todos
Hay multitud de circunstancias personales, ya sea por la pérdida de un ser querido, por la situación económica o por una enfermedad, que pueden hacer que la Navidad no se perciba como una época de regalos, felicidad y amor.
Si este año estamos pasando por un momento complicado, la psicóloga Mª Antonia Güell Roviralta, del Centro Médico Teknon
, nos recuerda que "todo pasa, lo bueno y lo malo". Asimismo, si no se quiere celebrar la Navidad, es importante pensar que no es obligatorio y, por tanto, se pueden dejar pasar.
En el caso de que se desee realizar un esfuerzo y reunirse con otras personas, esto puede aportar beneficios, como distraerse y aliviarse. "Quién sabe, a lo mejor resulta que te necesitan más que tú a ellos", apunta nuestra especialista.
Además, hoy en día se puede recurrir a la psicología online, que proporciona las herramientas necesarias para gestionar el estrés
desde la comodidad de casa.
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