Ante la duda de si la cerveza es un buen remedio para la sed y la hidratación en verano, la respuesta es tajante: no. Otra cosa es que irse a tomar unas cervezas sea absolutamente tentador y, hasta cierto punto, comprensible, siempre que se realice con prudencia y lo que podríamos llamar "sensatez".

Pero utilizar al calor como excusa o incluso apelar a la "necesidad de hidratarse" para pasar más tiempo en el chiringuito que en el mar o la playa, no deja de ser una forma de consumir alcohol, sea en forma de cerveza, de tinto de verano, sangría o cualquiera de sus irresistibles fórmulas veraniegas. Y, si su ingesta está desaconsejada de manera habitual en cualquier época del año, con temperaturas elevadas lo es más aún.

Amigos bebiendo cervezaAmigos bebiendo cerveza

No existe el consumo "aconsejado" de alcohol

Pese a las múltiples veces que podamos leer y oír las dosis recomendadas, lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud no para de advertir que el único consumo aconsejado de alcohol es cero.

No existen evidencias con el suficiente respaldo científico que avalen el tomarse un vino o una cerveza, ya que los supuestos beneficios de estas bebidas no son debidos a su aporte alcohólico sino a que contienen ciertos compuestos con propiedades beneficiosas, también presentes en otros alimentos.

Elena de la Fuente Hidalgo, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud San JoséEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos señala que "el vino, la cerveza y las demás bebidas alcohólicas en su conjunto no son saludables; por lo tanto no es sensato aconsejar su ingesta, aunque sea moderada y responsable", puntualizando que "no hay ninguna cantidad recomendable de alcohol; desde el punto de vista médico no está justificado beberlo".

Además, los estudios que defienden estas bebidas se limitan a medir los efectos positivos de dichas sustancias, pero no entran a valorar los perjuicios que provoca el consumo de alcohol o los efectos secundarios que puede tener, por no hablar de la cantidad de calorías "vacías" (sin aporte nutricional) que vienen acompañando a esas cervecitas tan apetecibles…

La cerveza (y el alcohol en general) en verano

Por una parte, el propio consumo de alcohol aumenta el riesgo de golpes y accidentes, pero esto es común a cualquier época del año, aunque en verano se ve agravado por el incremento de actividades que realizamos.

Además, a nivel biológico, el alcohol inhibe la producción una hormona antidiurética, lo que provoca que se elimine mayor cantidad de orina y se favorezca la deshidratación. Por tanto, la cerveza y cualquier otra bebida que contenga alcohol provoca una mayor deshidratación, por mucho que nos parezca que nos está quitando la sed. La especialista insiste en que la mejor fuente de hidratación es el agua.

En resumen, si de verdad te quieres hidratar y te apetece una cerveza fresquita, elige las 0,0º, que cada vez hay más opciones en el mercado y ¡seguro que encuentras una que te guste!

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