En el intestino viven billones de microorganismos que trabajan de forma silenciosa para cuidar de la salud. Este ecosistema, conocido como microbiota intestinal, influye en la digestión, la absorción de nutrientes, la protección frente a patógenos y el funcionamiento del sistema inmunitario.

Cuando la flora intestinal se altera por estrés crónico, el uso continuado de antibióticos, una dieta pobre o rica en azúcares y grasas procesadas, o la falta de descanso, el sistema inmune puede debilitarse. La buena noticia es que cuidar la microbiota es más sencillo de lo que parece.

El doctor Manuel Jesús Alcántara Moral, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo de los hospitales Universitari General de CatalunyaEste enlace se abrirá en una ventana nueva y Quirónsalud del VallèsEste enlace se abrirá en una ventana nueva, recuerda que adoptar hábitos alimenticios saludables y cuidar el bienestar intestinal son las mejores inversiones para la salud a largo plazo.

Relación entre la microbiota y las defensas

Los microorganismos que habitan en el intestino no solo facilitan la digestión, sino que también son parte esencial del sistema inmunitario, protegiéndonos frente a los virus.

La doctora Débora Nuevo Ejeda, jefa de la Unidad de Microbiota y de la Unidad de Longevidad de Olympia QuirónsaludEste enlace se abrirá en una ventana nueva, destaca que la microbiota metaboliza compuestos que nosotros no somos capaces de digerir, sintetiza vitaminas y ácidos grasos, y nos ayuda a absorber minerales fundamentales para la salud".

El 70% de las células inmunitarias del cuerpo se encuentran en el intestino, y están en relación muy estrecha con la microbiota. La doctora nos explica que influyen en el metabolismo y favorecen el correcto funcionamiento de los procedimientos de defensa. Por esta razón, el hecho de mantener este ecosistema bacteriano en equilibrio contribuye a tener un sistema inmunitario fuerte.

Qué hace la microbiota por la salud

Una microbiota equilibrada y diversa aporta beneficios que van más allá de la digestión:

  • Regula la respuesta inmune. Una microbiota sana ayuda a tener una digestión adecuada y a mantener el sistema inmunitario saludable.
  • Mantener la barrera intestinal, produciendo ácidos grasos de cadena corta con efecto antiinflamatorio.
  • Modular la inflamación y reduce la reacción inmunitaria a los alérgenos, disminuyendo los síntomas de manera muy significativa.
  • Proteger frente a patógenos y tóxicos externos.

Cuando este equilibrio se rompe, se ha relacionado con problemas digestivos, insomnio, alergias o artritis.

Microbiota y sistema inmunitario, una relación muy estrechaMicrobiota y sistema inmunitario, una relación muy estrecha

Pautas sencillas para cuidar la flora intestinal

Una microbiota equilibrada optimiza la digestión, mejora la salud metabólica y fortalece las defensas. Estas son algunas claves para mantenerla en buen estado:

1. Come variado y con color

La dieta mediterránea es el mejor modelo de alimentación para cuidar la microbiota.

Apuesta por platos variados y llenos de color, con frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, por su alto contenido en fibra.

Además, las legumbres, los espárragos o los boniatos proporcionan prebióticos, que pueden ayudar a mantener una flora intestinal equilibrada y reforzar el sistema inmunitario.

2. Incorpora alimentos fermentados

El yogur natural, el kéfir, el chucrut o el kimchi son ricos en probióticos, microorganismos vivos que ayudan al equilibrio de la flora intestinal. Además, son la "comida" de las bacterias buenas y favorecen su crecimiento.

Su consumo es especialmente recomendable después de tomar antibióticos o en épocas de estrés, cuando la microbiota puede alterarse.
Incluirlos en tu dieta te ayudará a que tengas una mejor digestión y reducirá el riesgo de sufrir molestias gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.

3. Muévete y gestiona el estrés

El ejercicio moderado y regular tiene efecto antiinflamatorio y estimula la respuesta de nuestras defensas, además de que nos ayuda a sentirnos con mejor humor.

Por el contrario, el estrés continuado puede alterar la microbiota y debilitar el sistema inmunitario. Para evitarlo, recuerda dedicar tiempo a practicar tus deportes favoritos, así como a desconectar con actividades que te relajen: leer, pasear o meditar.

4. Duerme lo suficiente

Un buen descanso es una necesidad básica para el organismo. Los trastornos del sueño como el insomnio podrían ser indicio de una alteración de la microbiota.

5. Evita el uso innecesario de antibióticos

Estos medicamentos son esenciales para tratar infecciones, pero también pueden alterar la microbiota intestinal. Por eso, deben tomarse únicamente con prescripción médica y siguiendo la pauta indicada.

El cuidado de la microbiota es una inversión directa en tu bienestar. Una flora intestinal equilibrada fortalece las defensas, mejora la digestión y nos protege frente a patógenos. Apuesta por una dieta variada, descanso de calidad, movimiento y una buena gestión del estrés. Tu intestino te lo agradecerá… y tu sistema inmunitario, también.

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