Dolor de garganta: causas, prevención y tratamientos

El dolor de garganta es uno de los síntomas más frecuentes, sobre todo en otoño e invierno. Puede aparecer como una molestia leve al tragar o convertirse en un dolor intenso que dificulta hablar, comer o dormir.
En la mayoría de los casos se debe a infecciones virales, pero también puede estar relacionado con alergias, irritaciones o infecciones bacterianas como la faringitis. ¿Sabías que los tratamientos dependen de cuál es el origen de la molestia?

En este artículo te explicamos qué produce dolores en la garganta, cómo actuar en cada caso y cómo puedes prevenir las infecciones en la infancia.

Causas más habituales del dolor de garganta

Con la llegada del frío se incrementan los casos de infecciones de garganta como la faringitis y la amigdalitis entre la población infantil. Aunque ambas enfermedades provocan molestias en la garganta, es importante identificar cuál es realmente el origen para indicar el tratamiento más adecuado. Además, existen casos en los que duele la garganta por otros motivos. ¡Veamos los más frecuentes!

1. Infecciones víricas, las más comunes

La mayoría de los dolores de garganta están provocados por virus. La faringitis es una de las infecciones víricas más habituales cada año, sobre todo entre los niños. Suele ir acompañada de otros síntomas como dificultad para tragar, fiebre, inflamación de los ganglios del cuello y mal aliento. El doctor José Luís Alcaraz Leon, jefe del servicio de Pediatría y sus Áreas Específicas del Hospital Quirónsalud Murcia, añade que "aunque la faringitis puede causar inflamación en la zona de la garganta, no siempre afecta directamente a las amígdalas".

2. Infecciones bacterianas

La molestia en la garganta está provocada por bacterias y necesita valoración médica, ya que puede estar indicado el uso de antibióticos en estos casos.

Una de las infecciones bacterianas más conocidas en la consulta de pediatría es la amigdalitis por estreptococo. Al igual que las infecciones originadas por virus, pueden detectarse otros síntomas añadidos, tal como señala el pediatra:

• Fiebre alta.
• Glándulas del cuello inflamadas.
• Dolor intenso.
• Pus en las anginas o amígdalas.

Si sospechas que esta puede ser la causa del dolor de garganta de tu hijo, lo más conveniente es acudir al especialista de Pediatría y sus Áreas Específicas, quien evaluará los síntomas y prescribirá el tratamiento antibiótico más adecuado.

3. Irritaciones o inflamación sin infección

Las molestias de la garganta no siempre están originadas por virus o bacterias. Un pequeño porcentaje se debe a otros factores no infecciosos, entre los que se incluyen la contaminación o la exposición a humo, hablar en exceso o el reflujo gastroesofágico.

Estos factores irritan la mucosa faríngea y pueden causar dolor, aunque no exista infección.

4. Alergias

Las alergias estacionales pueden causar síntomas tan parecidos a los resfriados que con frecuencia se confunden, sobre todo en los periodos en los que ambas enfermedades conviven. La diferencia es que la molestia en la garganta está producida por los propios alérgenos. El polen o los ácaros pueden irritar la mucosa faríngea y causar picor, tos seca y carraspeo.

Una madre observa a su hija que tiene dolor de garganta

Remedios para suavizar la garganta

Aunque no sustituye al tratamiento médico, el consumo de ciertos alimentos ayuda a aliviar el malestar:

• Miel, los niños de más de un año pueden consumir este alimento con efectos antimicrobianos.
• Manzanas, ayudan a suavizar la garganta gracias a sus efectos bactericidas y emolientes.
• Zanahoria, boniato u otros alimentos con vitamina A son beneficiosos para las mucosas de la garganta.
• Kiwis, cítricos, fresas, tomates u otros alimentos que contengan vitamina C son esenciales para nuestro sistema inmunitario.

Cómo tratar el dolor de garganta en los niños

Antes de indicar cómo tratar la infección, es esencial saber qué la provoca, porque dependiendo de ello se prescribirá uno u otro procedimiento para aliviar los síntomas.

Si es de origen viral

La infección vírica no requiere antibióticos y mejora de forma espontánea en pocos días. Además, el pediatra añade que "en infecciones virales el uso de analgésicos antiinflamatorios puede ser suficiente, pero siempre prescrito por un médico para adecuarlo a la edad y peso del niño".

Si tu hijo tiene una infección vírica, también puedes aplicar otras medidas para disminuir las molestias en la garganta como:

• Uso de analgesia, siempre bajo indicación médica.
• Hidratación abundante.
• Reposo.
• Ambiente húmedo y evitar irritantes como el tabaco.

Si es de causa bacteriana

Es recomendable acudir al centro médico para hacer una valoración de los síntomas, y, si se confirma que el dolor de garganta está causado por una bacteria, se pueden prescribir antibióticos.

El doctor hace hincapié en que, "en el caso de las anginas de origen bacteriano, se requiere acudir al pediatra para confirmar la presencia del estreptococo mediante test faríngeo y pautar el tratamiento antibiótico adecuado". En estas situaciones, los medicamentos prescritos ayudan a prevenir complicaciones y a mejorar los síntomas más rápidamente.

Si las infecciones de garganta se repiten

Si el menor tiene amigdalitis recurrente, puede llegar a recomendarse la cirugía para extraer las amígdalas. En este sentido, el doctor solo la aconseja cuando se repita esta infección en más de 7 ocasiones en un año o se produzcan más de tres episodios al año durante tres años consecutivos. También recomienda esta operación cuando existen complicaciones como obstrucción del paso del aire.

Pautas para evitar las infecciones de garganta en los niños

Sigue una serie de consejos prácticos para disminuir el riesgo de sufrir infecciones de garganta:

• Lavarse las manos con frecuencia, ya que estas enfermedades se contagian a través del aire o por el contacto con manos contaminadas.
• Evitar el contacto con familiares o personas contagiadas.
• Seguir el calendario de vacunación.
• Mantener una alimentación equilibrada y variada.
• Practicar actividades al aire libre.
• Evitar ambientes concurridos o con humo.
• Ventilar las habitaciones a diario.
• Hidratarse de forma regular.
• Protegerse del frío y evitar cambios bruscos de temperatura.

El dolor de garganta tiene múltiples causas, pero la mayoría son infecciones víricas leves que mejoran sin tratamiento antibiótico. Saber cuándo consultar al médico y cómo aliviar las molestias ayudarán a tu pequeño a sobrellevarlo mejor.