En verano, nuestra salud ginecológica es más vulnerable debido a los cambios típicos de esta época: pasamos más tiempo al aire libre, nos bañamos en el mar o la piscina, utilizamos ropa más ligera y, en algunos casos, modificamos hasta nuestros hábitos sexuales. Todo ello puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias o vaginales como la candidiasis.

Si siempre acabas sufriendo picores, escozores u otras molestias en la zona íntima durante el verano o las vacaciones, te compartimos 10 consejos esenciales para evitarlo y disfrutar sin preocupaciones. Hemos contactado con el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital El PilarEste enlace se abrirá en una ventana nueva, donde el doctor Jose Manuel Martínez nos habla de los riesgos y cómo prevenirlos mediante consejos prácticos del día a día.

Por qué aumentan las molestias en la zona íntima en verano

Las infecciones vaginales aumentan hasta en un 50% en verano, siendo la candidiasis vaginal la más común. Estas cifras de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ponen el foco en no descuidar la salud íntima durante la época estival.

Existen varios factores que pueden afectar a la salud íntima durante esta época, como las altas temperaturas, los baños en el mar o la piscina y la humedad del bañador o el bikini al salir del agua.

Todo ello puede deteriorar la salud ginecológica provocando molestias, picor, irritación o, en el peor de los casos, infecciones vaginales. Cabe destacar que la candidiasis vaginal es la más habitual. De hecho, se estima que 3 de cada 4 mujeres la sufrirá en algún momento de su vida.

Por lo tanto, es importante mantener el cuidado de la zona íntima en verano, siguiendo una serie de pautas que disminuyen la probabilidad de sufrir este tipo de problemas.

Cómo saber si tienes candidiasis u otra infección en la vagina

Consejos para prevenir las molestias vaginales

Estas enfermedades suelen causar las siguientes señales de alerta:

  • Cambios en el flujo vaginal
  • Picor, escozor o irritación en la zona íntima
  • Enrojecimiento o inflamación de la vulva
  • Dolores y molestias en la vagina
  • Sensación de ardor al orinar
  • Molestias al mantener relaciones sexuales

Si se detecta cualquiera de esos indicios, no se debe tomar medicación sin contar con la prescripción médica. Lo más conveniente en estos casos es consultarlo lo antes posible con los especialistasEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quienes ofrecen el diagnóstico y el tratamiento más indicado para resolverlo.

10 consejos prácticos para evitar picores y otras molestias vaginales en verano

El cuidado de la salud ginecológica es muy importante todo el año, pero aún más durante los meses más calurosos. Sigue estas pautas para mantener un bienestar íntimo adecuado:

  1. Descarta los tejidos sintéticos en la ropa interior. Elige prendas de algodón, que son más transpirables que los tejidos sintéticos. Evita también el uso frecuente de salvaslips.
  2. Presta atención a los productos de higiene íntima. Usa jabones específicos sin perfume y con pH ácido para respetar el equilibrio de la flora vaginal. Un error muy común que puede afectar al microbioma natural es realizar duchas vaginales, así que lo mejor es evitarlas.
  3. Cambia tampones y compresas con más regularidad en verano. En los días de menstruación, es recomendable cambiar los productos de higiene con mayor frecuencia para evitar la acumulación de humedad que podría favorecer el desarrollo de infecciones vaginales.
  4. No tomes antibióticos sin prescripción médica. El uso de esta medicación puede afectar a la flora vaginal y disminuir las defensas naturales, incrementando la probabilidad de sufrir infecciones en la zona íntima.
  5. Protege la flora vaginal con probióticos. El uso de estos productos ayuda a mantener la flora vaginal saludable, fortaleciendo sus defensas contra hongos externos e infecciones.
  6. Siéntate sobre una toalla en la playa o la piscina. Evita sentarte directamente en la arena o superficies que pueden causar irritación y otros problemas en la zona íntima.
  7. Lleva bañador o bikini de repuesto para evitar la humedad prolongada. Después de salir del agua, es recomendable que cambies la ropa de baño lo antes posible para prevenir la proliferación de hongos que pueden provocar problemas vaginales.
  8. Usa preservativo en tus relaciones sexuales. Independientemente del método anticonceptivo que utilices, el preservativo es fundamental para prevenir infecciones de transmisión sexual o ITS y evitar la exposición a hongos.
  9. Orina después de mantener relaciones sexuales. Este hábito sencillo ayuda a prevenir la cistitis y otras infecciones urinarias.
  10. Pide cita en la consulta de Ginecología y Obstetricia ante cualquier molestia. Si experimentas picor, ardor, irritación, cambios en el flujo vaginal o dolor, es conveniente acudir a un especialista para recibir un diagnóstico y un tratamiento personalizados.
Orientador de salud personal

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